Y que después de todo, lo bueno y lo malo, después de silencios incómodos, saludos y sonrisas amagadas, de hacer todo lo posible para no quedarnos ni un segundo a solas por lo raro que sería, sí, después de todo eso, has sido capaz de cogerme de la mano, sonreírme, hacerme rabiar adrede, reír como nunca, y sobretodo, has sido capaz de hacerme echarte de menos y ponerme triste cuando te has ido.
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